Atrás quedaron los estereotipos que se asocian a piedras preciosas o acabados dorados. Hoy la atención está en el carácter artesanal y el detalle.
Así lo estima Fabián Pellegrinet Conte, diseñador argentino y copropietario de la firma Hamilton Conte, para quien la frontera entre el lujo y el mobiliario producido en masa está en su “carácter artesanal y en la atención que se presta a cada mínimo detalle”.
Según Scott Maddux, socio fundador de Maddux Creative, para considerar algo lujoso debe proponer “soluciones originales, que sea bespoke, artesanal o sustentable”, agrega.
Maddox apunta que en 2017 habrá más color y texturas únicas, además de una proliferación de estampados, particularmente geométricos y de líneas limpias, y materiales que llamarán la atención, bien por su originalidad o calidad.

Aboga porque la producción se lleve a cabo localmente y de forma artesanal, factores que añaden, en su opinión, un plus de calidad y sustentabilidad en este segmento.
La tecnología, en tanto, se hará más presente en el diseño, sobre todo en cocinas y baños, una tendencia que comparte con el sector de viviendas residenciales, tal como adelantó la consultora Juniper Research.
“El lujo lidera aspectos como fabricación y producción, ya que es en este segmento donde más se experimenta con tecnologías, materiales e innovaciones que después se trasladan a otros segmentos del diseño e interiorismo”, señala Maddux.
Fuente: Edición 529 de la revista Obras